Entre las costumbres de cada sociedad, se encuentran expresiones que se usan en determinadas situaciones entre las que se encuentran los refranes y las frases hechas.
Resulta muy común desconocer la diferencia entre un refrán y una frase hecha y pensar que son la misma cosa.
Resulta muy común desconocer la diferencia entre un refrán y una frase hecha y pensar que son la misma cosa.
Los refranes son textos de una breve extensión, de las que se desconoce su autor y que suelen aparecer entre comillas. Deben citarse tal cual, es decir, no se les puede realizar ningún tipo de modificación. De esta manera, no se puede cambiar el tiempo verbal, ni añadir cualquier tipo de diminutivo o cuantitativo. Los refranes se transmiten información de una generación a las siguientes y suelen incluir una moraleja. La mayoría de los refranes suelen incluir alguna rima pegadiza que los hace más fáciles de memorizar.
Una frase hecha es una oración completa, es decir, cuenta con sujeto y predicado. Son expresiones que se usan generalmente en el discurso oral. Las frases hechas son propias de cada idioma y generalmente cuesta traducirlas manteniendo el sentido original. Además, la estructura de las frases hechas es fija y no se recomienda sustituir ninguna de las palabras por sinónimos o alterar el orden de la frase y cuentan con un sentido figurado que conocen todos los que hablan ese idioma.
Una frase hecha es una oración completa, es decir, cuenta con sujeto y predicado. Son expresiones que se usan generalmente en el discurso oral. Las frases hechas son propias de cada idioma y generalmente cuesta traducirlas manteniendo el sentido original. Además, la estructura de las frases hechas es fija y no se recomienda sustituir ninguna de las palabras por sinónimos o alterar el orden de la frase y cuentan con un sentido figurado que conocen todos los que hablan ese idioma.
Ejemplos de frases hechas:
Tener salero
Quien tiene «salero» no es soso: tiene gracia en su modo de actuar o hablar.
Contigo pan y cebolla
Significa algo así como «si estoy contigo no me importa nada más». No me importa ser pobre y tener que comer solo pan y cebolla, porque estoy contigo.
Dar gato por liebre
Cuando te dan gato por liebre, te han engañado: te han dado una cosa de menor valor haciéndote creer que era algo mejor.
Costar un ojo de la cara
Cuando algo es tan costoso, que para pagarlo deberías dar algo tan precioso e irremplazable como tu propio ojo.
A las primeras de cambio
Equivale a «a la primera oportunidad que se presente».
Como quien no quiere la cosa
Disimuladamente, tratando de no despertar sospechas, haciendo como que aquello no te interesa.
Irse a las manos
Cuando una discusión pasa del plano verbal al físico, es decir cuando hay una pelea, se «pasa a las manos».
Tener la sartén por el mango
Quien tiene la sartén por el mango no se quema, tiene el control de la situación.
Tener algo en la punta de la lengua
Cuando se te olvida una palabra, la tienes «en la punta de la lengua» pero no logras decirla, osea hacerla salir de la lengua por la boca.
Dorar la píldora
Dulcificar, disimular un daño o perjuicio. «Dorar» la píldora sería como disfrazarla, para que disimular su sabor y hacérsela tragar a alguien.
Echar más leña al fuego
Aumentar o agigantar un problema o situación conflictiva, creando polémica. Echando más leña al fuego, lo alimentamos, lo hacemos crecer.
No tener pelos en la lengua
Animarse a decir cualquier cosa, de forma clara y directa, sin importar lo que piensen los demás.
En menos que canta un gallo
Rápidamente, inmediatamente. Puede que se origine en el pasaje bíblico que habla de la negación de San Pedro: «me negarás tres veces antes de que cante el gallo».
Estar en las nubes
Estar distraído, con la cabeza en otra cosa.
Mirarse el ombligo
Ser egocéntrico, ponerse uno mismo al centro de todo.
Matar el gusanillo
Comer algo cuando tienes hambre.
No está el horno para bollos
Se usa cuando una persona o situación ya no puede soportar más tensión o problemas. Si el horno está demasiado caliente y metes los bollos, estos se bajarán y se estropearán.
Pagar los platos rotos
Llevarse las culpas que a uno no le pertenecen, o por lo menos no del todo.
Sacar los trapos sucios
Poner en evidencia delante de todo el mundo cuestiones conflictivas que pertenecen al ámbito privado. También se dice «sacar los trapos al sol»
Pasar la noche en blanco
No dormir durante toda la noche., porque algo te preocupa. Equivale a «pasar la noche en vela».
Ejemplos de refranes populares:
“No por mucho madrugar amanece más temprano”.
Muchas veces las cosas no dependen ni siquiera de nuestros propios esfuerzos sino que también estamos sujetos a las decisiones de terceros o de circunstancias que no podemos controlar.
“Aunque la mona se vista de seda, mona queda”.
Cuando una persona no tiene un aspecto agradable, por más que se vista y se arregle, no mejorará su aspecto.
“Al que madruga dios lo ayuda”.
Se intenta remarcar, en oposición al refrán No por mucho madrugar amanece más temprano que aquella persona que se esfuerza recibirá una recompensa.
“Donde hubo fuego, cenizas quedan”.
Aunque una relación haya llegado a su fin, quedarán recuerdos y sentimientos entre las partes.
“El casado casa quiere”.
Las personas con pareja, luego de casarse, necesitarán tener su propio lugar.
“A caballo regalado no se le miran los dientes”.
Cuando una persona recibe algún regalo o no paga por algo, debe aceptarlo sin ser exigente.
“En casa de herrero cuchillo de palo”.
Paradógicamente, en los lugares donde (por lógica) deberían abundar ciertos objetos o características, suelen faltar.
“Camarón que se duerme lo lleva la corriente”.
Cuando una persona es poco diligente, suele ser arrastrado en una dirección que no es la que eligió.
“De tal palo, tal astilla”.
Los hijos siguen las mismas costumbres o mantienen las mismas cualidades que sus padres.
“Donde manda capitán no gobierna marinero”.
Una persona no puede dar órdenes cuando tiene un superior o jefe, por más que lo intente.
“Más vale pájaro en mano que ciento volando”. Es mejor apostar a lo seguro y no a algo que no tiene certezas.
“Mucho ruido y pocas nueces”. A veces la venta o publicidad de algo, hace que el resultado pueda ser una desilusión.
“Por la boca muere el pez”. Es mejor ser discreto y cuidarse al hablar. El pez abre la boca para morder el anzuelo y es gracias a su propia decisión que muere y es pescado.
“No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Hay personas que no quieren aceptar una determinada situación y, hasta que ellos mismos no quieran ver la realidad, será muy difícil que puedan verla.
“Perro que ladra no muerde”. Muchas veces las personas que más amenazan son las que después menos peligrosas resultan.
“Cría cuervos y te quitarán los ojos”. Una persona desagradecida, puede pagarle con la misma moneda a la persona que lo perjudicó.
“Dime con quién andas y te diré quién eres”. Muchas veces las personas se definen por las personas con las que se reúnen (para bien o para mal).
“Dios aprieta pero no ahorca”. A veces la vida nos lleva a situaciones límite que nos traerán enseñanzas, pero no nos destruirán.
“El que mucho abarca poco aprieta”. Es mejor hacer una sola cosa, en profundidad, que hacer mucho al mismo tiempo.
“Cría fama y échate a dormir”. Las primeras impresiones son las que cuentan. Si una persona logró mostrarse responsable, es probable que quienes lo rodean lo sigan viendo así, aún cuando deje de serlo. Lo mismo puede suceder en un sentido opuesto: que alguien causó una mala imagen y que le cueste revertirla.
Seguro que ahora mismo se te están ocurriendo otro montón de frases hechas y refranes ¿verdad?
¡Anímate y déjalas escritas en los comentarios!
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